LOS EQUINOS Y EL FRIO
Todos
notamos ya el frío y seguro que a muchos os hace pensar cuando veis
a esos caballos en medio de la nieve, como aguantan ese frío? Que
medio tienen para soportarlo?
Os voy a
intentar contestar esta pregunta, según lo que he leído y
observado.
Un poco de historia:
Durante
miles de años los caballos salvajes han vivido en cualquier parte
del mundo expuestos a temperaturas en constante cambio. Adaptados
perfectamente a diversas condiciones: desiertos, praderas, montañas,
climatologías diversas: viento, sol, lluvia, nieve..... Están
expuestos a todos los elementos cambiantes de la naturaleza, y su
adaptación a cada uno de ellos es perfecta.
Para
esta adaptación natural no encierran en cuevas ni se cubren con
telas. Y soportan muy bien las rigurosas temperaturas del invierno
solo con su increíble adaptación.
Anatomía:
El
calor en el cuerpo del caballo se genera continuamente como un
subproducto del metabolismo y un animal sano tiene importantes
fuentes internas de calor en sus procesos metabólicos.
Para
controlar la pérdida de calor interno durante la época fría el
caballo tiene una anatomía compleja y extremadamente eficiente.
Podemos enumerar los siguientes mecanismos termorreguladores:
La
piel del caballo, esta
funciona como un aislante a través de su espesor selectivo.
El
pelaje, este aislamiento
varia en profundidad y grosor dependiendo del entorno. Lo cambian dos
veces al año para adaptarse a la temporada, justo después del
solsticio de verano cuando los días son más cortos el pelo crece y
se espesa. Y justo después del solsticio de invierno, cuando los
días empiezan a se más lagos, el pelo se desprende para pasar el
verano. Ademas en la época fría los pelos se cubren de una
sustancia grasa que ayuda a que no se moje cuando llueve pues repele
el agua, así hay menos posibilidades de que se moje su piel.
Este es uno de los motivos por los que no es aconsejable
bañar a los caballos, un buen cepillado antes de una monta es
suficiente para mantenerlo en buen estado. Tampoco es aconsejable la
práctica de cortar el pelo pues estamos eliminando el factor natural
de protección.
Las
arterias en la piel a través
de acciones musculares llamadas vasodilatación, reduce o aumenta el
caudal sanguíneo a la piel. Evitando así la pérdida de calor
interno.
Las
glándulas sudoríparas, las
utiliza para enfriarse cuando la temperatura interior es muy alta.
Las glándulas enfrían la superficie de la piel pasa la sangre que
se refrigera. El sudor se para rápidamente para evitar el
enfriamiento excesivo interior , revolcándose en la tierra para
secarse.
La
cantidad de grasa en su
cuerpo. La grasa actúa como un tejido aislante. En estado salvaje un
caballo aumenta en un 20% su peso en otoño para prepararse para el
invierno.
Los mecanismos de termorregulación natural sólo pueden
ser utilizado por el caballo cuando se mantienen las condiciones
de vida adecuadas a su especie. Los factores de ansiedad y estrés
que los caballos sufren inevitablemente cuando se anulan sus
necesidades básicas y se mantienen en formas no naturales de esta
especie : alojamiento de los animales en lugares cerrados ,
separación de los compañeros equinos, obligación a hacer ejercicio
excesivo, falta de absorción de fibra continua, etc. Esta tensión
también los hace menos capaces de lidiar con el frío.
Otros
apuntes a tener en cuenta:
* Los caballos de medida pequeña pierden más calor
proporcionalmente que los grandes por eso necesitan un mayor pelaje,
aporte de grasa...
*Veremos que están más agrupados que en otras épocas
para evitar la pérdida de calor, disminuyendo la superficie corporal
expuesta al “exterior”
*En días de mucho viento o lluviosos podemos ver a los
caballos con la cola al viento y la cabeza gacha. Utilizan la cola
para desviar el viento, la lluvia y en casos la nieve de su cuerpo.
*El hecho de mantener a los caballos encerrados o
taparlos es contraproducente, pierden los estímulos (cambios de
temperaturas) que desencadenan la actividad de los mecanismos de
termoregulación. No ejercitan los músculos erectores del pelo, las
arterias no se dilatan ni se contraen, no se activan las glándulas
sudoríparas, ni se utilizan las reservas de grasa. Por lo que los
músculos se atrofian al no ejercitarse. Si este animal se pone
repentinamente en un ambiente frío no será capaz de activar sus
mecanismos de termoregulación y como resultado su temperatura
interna bajará y sus mecanismos metabólicos no funcionaran
adecuadamente. Las células de la sangre y los anticuerpos se
desactivarían y el animal podría enfermar, o coger algún tipo de
infección.
Otro
motivo para no mantener encerrados a los equinos. Y para tratar a los
animales como lo que son no como humanos, ellos tienen necesidades
diferentes que nosotros.
Cuanto más sabemos de los equinos más entendemos
porque es uno de los mamíferos más antiguos, son increibles
realmente y tenemos mucho que aprender de ellos.
Isabel Gianzo
Asociación Garrrofet