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jueves, 31 de enero de 2013

EL FRIO Y LOS EQUINOS

LOS EQUINOS Y EL FRIO
Todos notamos ya el frío y seguro que a muchos os hace pensar cuando veis a esos caballos en medio de la nieve, como aguantan ese frío? Que medio tienen para soportarlo?
Os voy a intentar contestar esta pregunta, según lo que he leído y observado.
 

Un poco de historia:


Durante miles de años los caballos salvajes han vivido en cualquier parte del mundo expuestos a temperaturas en constante cambio. Adaptados perfectamente a diversas condiciones: desiertos, praderas, montañas, climatologías diversas: viento, sol, lluvia, nieve..... Están expuestos a todos los elementos cambiantes de la naturaleza, y su adaptación a cada uno de ellos es perfecta.
Para esta adaptación natural no encierran en cuevas ni se cubren con telas. Y soportan muy bien las rigurosas temperaturas del invierno solo con su increíble adaptación.
Anatomía:
El calor en el cuerpo del caballo se genera continuamente como un subproducto del metabolismo y un animal sano tiene importantes fuentes internas de calor en sus procesos metabólicos.
Para controlar la pérdida de calor interno durante la época fría el caballo tiene una anatomía compleja y extremadamente eficiente. Podemos enumerar los siguientes mecanismos termorreguladores:

La piel del caballo, esta funciona como un aislante a través de su espesor selectivo.
El pelaje, este aislamiento varia en profundidad y grosor dependiendo del entorno. Lo cambian dos veces al año para adaptarse a la temporada, justo después del solsticio de verano cuando los días son más cortos el pelo crece y se espesa. Y justo después del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a se más lagos, el pelo se desprende para pasar el verano. Ademas en la época fría los pelos se cubren de una sustancia grasa que ayuda a que no se moje cuando llueve pues repele el agua, así hay menos posibilidades de que se moje su piel.
Este es uno de los motivos por los que no es aconsejable bañar a los caballos, un buen cepillado antes de una monta es suficiente para mantenerlo en buen estado. Tampoco es aconsejable la práctica de cortar el pelo pues estamos eliminando el factor natural de protección.
Las arterias en la piel a través de acciones musculares llamadas vasodilatación, reduce o aumenta el caudal sanguíneo a la piel. Evitando así la pérdida de calor interno.
Las glándulas sudoríparas, las utiliza para enfriarse cuando la temperatura interior es muy alta. Las glándulas enfrían la superficie de la piel pasa la sangre que se refrigera. El sudor se para rápidamente para evitar el enfriamiento excesivo interior , revolcándose en la tierra para secarse.
La cantidad de grasa en su cuerpo. La grasa actúa como un tejido aislante. En estado salvaje un caballo aumenta en un 20% su peso en otoño para prepararse para el invierno.
Los mecanismos de termorregulación natural sólo pueden ser utilizado por el caballo cuando se mantienen las condiciones de vida adecuadas a su especie. Los factores de ansiedad y estrés que los caballos sufren inevitablemente cuando se anulan sus necesidades básicas y se mantienen en formas no naturales de esta especie : alojamiento de los animales en lugares cerrados , separación de los compañeros equinos, obligación a hacer ejercicio excesivo, falta de absorción de fibra continua, etc. Esta tensión también los hace menos capaces de lidiar con el frío.
Otros apuntes a tener en cuenta:
* Los caballos de medida pequeña pierden más calor proporcionalmente que los grandes por eso necesitan un mayor pelaje, aporte de grasa...
*Veremos que están más agrupados que en otras épocas para evitar la pérdida de calor, disminuyendo la superficie corporal expuesta al “exterior”
*En días de mucho viento o lluviosos podemos ver a los caballos con la cola al viento y la cabeza gacha. Utilizan la cola para desviar el viento, la lluvia y en casos la nieve de su cuerpo.
*El hecho de mantener a los caballos encerrados o taparlos es contraproducente, pierden los estímulos (cambios de temperaturas) que desencadenan la actividad de los mecanismos de termoregulación. No ejercitan los músculos erectores del pelo, las arterias no se dilatan ni se contraen, no se activan las glándulas sudoríparas, ni se utilizan las reservas de grasa. Por lo que los músculos se atrofian al no ejercitarse. Si este animal se pone repentinamente en un ambiente frío no será capaz de activar sus mecanismos de termoregulación y como resultado su temperatura interna bajará y sus mecanismos metabólicos no funcionaran adecuadamente. Las células de la sangre y los anticuerpos se desactivarían y el animal podría enfermar, o coger algún tipo de infección.

Otro motivo para no mantener encerrados a los equinos. Y para tratar a los animales como lo que son no como humanos, ellos tienen necesidades diferentes que nosotros.
Cuanto más sabemos de los equinos más entendemos porque es uno de los mamíferos más antiguos, son increibles realmente y tenemos mucho que aprender de ellos.
Isabel Gianzo
Asociación Garrrofet

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